Con cuatro retiros previos a lo largo de su carrera profesional, muchos en el boxeo dudaron del adiós de Floyd Mayweather después de haber derrotado a Andre Berto en 2015 durara mucho tiempo. Después de todo el boxeo es el negocio de la familia Mayweather y su decisión de abandonar el deporte después de la victoria 49 contenía un tema similar a cuando abandonó el deporte en 2007 después de una victoria sobre Ricky Hatton.
Sorprendentemente, el retiro más reciente de Mayweather sí contiene una pizca de legitimidad si se está dispuesto a aceptar que se ha alejado del deporte al que ha dedicado toda su vida . Porque desde 2015, Floyd ha visto mucha acción, pero ha sido bajo sus propios términos y eso ha significado un bajo riesgo para una recompensa económica enorme.
En 2017, Mayweather dio la bienvenida al boxeo a Conor McGregor, ya que a la superestrella de la UFC se le permitió ridículamente debutar como profesional contra el que posiblemente sea el mejor boxeador de su generación. Mayweather jugó con el irlandés antes de detener al destrozado McGregor al final del décimo round.
En la víspera de Año Nuevo de 2018, Mayweather se aventuró en Japón para enfrentarse al kickboxer Tenshin Nasukawa, en un combate de boxeo de exhibición. La pelea fue un espectáculo perturbador que vio al hombre de Michigan destruir a otro novato en el boxeo en cuestión de segundos mientras era compensado fuertemente por los organizadores por lo que fue esencialmente un acto de intimidación y que dejó al nipón llorando ante las cámaras.
Lo siguiente para Mayweather es un enfrentamiento en verano del 2021 con la sensación de YouTube, Logan Paul, en otra exhibición en la que Mayweather tiene precisamente cero posibilidades de perder o incluso de ser puesto a prueba.
Su glorioso nombre aún contiene un importante valor económico y no es de extrañar que cualquiera que esté dispuesto a cambiar su popularidad por un encuentro bien pagado ante el ex campeón mundial de cinco pesos.
Sin embargo, ¿veremos alguna vez a Floyd con una prueba legítima en el futuro?
Durante gran parte de su ilustre carrera, Floyd Mayweather fue un maestro de la sincronización, tanto dentro como fuera del ring. A pesar de su vasto repertorio de habilidades, MoneyMay fue un maestro a la hora de apilar las probabilidades a su favor, ya fuera arrastrando a Ricky Hatton o a Juan Manuel Márquez hasta las 147 libras o diciéndole a Canelo Álvarez que no podía pesar más de 152 libras a pesar de que el límite de superwelter estaba 2 libras más arriba.
¿Podría llevar algún tipo de ventaja en las batallas con gente como Errol Spence, Terence Crawford o Álvarez de nuevo si fuera a hacer un regreso milagroso al deporte al que lo puso en la posición que ocupa? Uno podría imaginar que necesitaría tantos como fuera posible, teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado alejado del máximo nivel de este deporte mientras ganaba a ambiciosos sin futuro.
Si las múltiples fuentes de ingresos de Mayweather se agotaran, el deporte del boxeo le recibiría con los brazos abiertos para una serie de encuentros de alto nivel, pero no parece que ese día esté cerca de llegar.
Por el momento, Mayweather puede recoger sumas de ocho cifras por abofetear a las estrellas de las redes sociales y eso es dinero fácil e incluso dijo que resulta un negocio mucho más rentable.
Incluso mucho más fácil de lo que sería una potencial pelea de revancha con el peleador mexicano, quien ahora ocupa su posición dentro del boxeo.