Dustin Poirier y Conor McGregor nos brindaron un enfrentamiento para la historia en el combate estelar de UFC 264, pero no por lo que muchos piensan, sino más bien por el inesperado desenlace.
Todo sucedió en el primer asalto. Conor McGregor entró intenso, agresivo, queriendo marcar el ritmo de la pelea, pero Dustin Poirier le dio rápido la vuelta tras un contraataque que le sirvió para gobernar la escena.
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A pocos segundos del final, y con Poirier acorralando a su contrincante, McGregor se fracturó la pierna, situación que le impidó seguir. Los jueces dictaminaron KO técnico.
Con la pierna rota, el gesto de McGregor, ya sentado e incapaz de ponerse de pie dadas las circunstancias, era más de incredulidad que de dolor.
El público, los comentaristas y los espectadores que lo veían desde sus casas no daban crédito a lo que estaba sucediendo. Nos habíamos imaginado muchos finales distintos, pero nunca este.
Así las cosas, el desenlace no sirvió para apagar el fuego que Conor McGregor y Dustin Poirier traían desde hace semanas. Más bien al contrario. El pique se extendió más allá de la fractura de pierna de 'The Notorious'.
Conor McGregor fue el último en salir del octógono. Lo hizo en camilla, pero con un rostro visiblemente más relajado que minutos antes. Cualquiera diría que venía de fracturarse una pierna...
No sabemos si habrá cuarta pelea entre Conor McGregor y Dustin Poirier, pero lo que sí está claro es que 'The Notorious' tendrá que estar unas cuantas semanas de baja tras lo sucedido en Las Vegas.
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