La monarca mexicana Erika Cruz esperó siete meses para volver al ring y aunque su regreso no fue lo que esperaba se las arregló para exponer con éxito por primera ocasión la corona pluma de la Asociación Mundial de Boxeo.
La noche del sábado en Puerto Vallarta, la monarca que además es oficial de la Guardia Nacional en México, se enfrentó a Melissa Esquivel en un duelo pactado a 10 rounds donde su corazón y fortaleza se impuso a las habilidades de una retadora que apostó por el contragolpe en un encuentro que no fluyó de manera natural y en donde las guardias encontradas las hicieron chocar en muchas ocasiones.
"Me siento contenta por retener mi título. Sin embargo me siento descontenta porque me confundió un poco, pero aún así creo que la decisión fue justa”, dijo en entrevista posterior al duelo.
Sin embargo reconoció que la pelea no fue como esperaba e incluso un empate podría haber funcionado.
"Melissa Esquivel tubo buenos golpes, supo trabajar por la guardia, pero creo que los golpes efectivos y más contundentes fueron los míos. Creo que hay que seguir trabajando. Fue La gran pelea me deja mucho aprendizaje. Apenas fue mi primer defensa, pelea en abril y apenas vengo regresando luego de superar una lesión en la cabeza", justificó.
Al final de la contienda, dos jueces vieron ganar a Erika Cruz por 97-93 y 98-92; mientras que uno dio el triunfo a la retadora por 97-93.
Aún así, Cruz – quien mejoró a 14 victorias por un descalabro – aseguró que en un futuro planea retar a la boricua Amanda Serrano.