Murodjon Akhmadaliev no tuvo piedad de su retador, el japonés Ryosuke Iwasa, la noche del sábado en Uzbekistán.
Con un nocaut en 5 rounds el campeón uzbeko se lució ante su gente en lo que fue su primer defensa del supercampeonato avalado por la Asociación Mundial de Boxeo y del campeonato de la Federación Internacional de Boxeo en la división de los superpluma y de paso mejoró su récord a 9 victorias, con 7 nocauts.
Luego de una ausencia de 15 meses, provocada por la crisis sanitaria, MJ Akhmadaliev volvió a calzarse unos guantes y no mostró signos de deterioro, al contrario. Desde el campanazo inicial salió a presionar al japonés sin importar la desventaja de estatura y alcance.
Murodjon es uno de los peleadores uzbekos más condecorados - pues fue medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016, campeón asiático y medalla de plata en el campeonato mundial - y ante Iwasa demostró toda la experiencia acumulada, pues a pesar de su corta estatura se las ingenió para entrar con potentes golpes de poder para ir demoliendo poco a poco a su contendiente.
Fue de menos a más, primero midiendo las reacciones de Iwasa, pero encargándose de dejar en claro que la pegada estaba a su favor, metiendo potentes ganchos a las zonas blandas y mandíbula que hicieron que Ryosuke entrara con precaución, pero no por eso desistiera de su deseo de imponer un golpe que le diera un poco de autoridad.
Sin embargo para el cuarto round, la potencia de puños de Akhmadaliev lastimaron a Iwasa y el uzbeko no estuvo dispuesto a perdonar, se lanzó con potentes ganchos a la mandíbula que llevaron a su rival a las cuerdas, pero sonó la campana que lo mandó a descanso. Dispuesto a no perder el ritmo para el quinto episodio, Murodjon salió a arrollar a Iwasa y tras una seria acumulación de golpes, sin respuesta, el referi detuvo la contienda cuando el reloj marcaba 1 minuto y 30 segundos.