Sobre la mesa hay dos opciones para poder realizar la tan esperada pelea entre Anthony Joshua y Tyson Fury, luego de que el ex campeón mundial estadounidense Deontay Wilder se interpusiera en su camino ganando una demanda internacional en una corte de arbitraje deportivo.
Wilder decidió entablar la demanda, desde hace tres meses, debido a que tenía un contrato con Tyson Fury que lo obligaba a darle el cierre de trilogía, luego de un empate y una derrota. Sin embargo expiró el contrato sin que ambos pudieran llegar a un acuerdo y por eso el Rey de los Gitanos se enfocó en cerrar el lucrativo duelo ante Joshua.
La pelea que estaba programada para el 14 de agosto en Arabia Saudita - y que pondría en juego los cuatro principales cinturones a nivel mundial de la categoría - podría salvarse si se llega a un acuerdo “step aside” y se le transfiere una buena suma de dinero a Bronze Bomber y así tener camino libre o enfrentarlo tan pronto como sea posible y mover el encuentro con Joshua para diciembre.
Sin embargo, según reportó ESPN, el equipo de Fury se enfocaría en primero sacarlo del camino con una pelea el 24 de julio en Las Vegas, pues tienen reservado el estadio Allegiant en Las Vegas.
"Es mejor deshacerse de él y seguir con nuestros asuntos”, reveló el copromotor de Fury en Estados Unidos, Bob Arum, a ESPN.
Tan sólo 24 horas antes, Fury había revelado importantes progresos para la pelea con Joshua en Arabia Saudita, sin embargo ahora con los cambios tras la resolución legal, tendrán que ir de nuevo a mesa de negociaciones para definir el futuro inmediato.
Hasta el momento tanto Joshua como Fury han guardado silencio al respecto.
Wilder y Fury se enfrentaron por primera vez en el 2018 y repartieron dos de las tarjetas, mientras que el tercer juez falló con un empate; la revancha llegó a principios del 2020 en donde Fury sacó una victoria por una victoria por nocaut técnico en 7 rounds.