En el encuentro entre RC Celta y Deportivo Alavés, el colegido Alejandro Quintero González tuvo que acudir al VAR para rectificar una tarjeta roja que había mostrado en primera instancia a Iago Aspas, tras un golpe del delantero de Moaña a Antonio Blanco. Tras la revisión, el árbitro consideró que la acción no era suficiente como para expulsar al capitán celeste y cambio la cartulina roja por una amarilla.