Después de ser campeón del mundo con Benetton, Michael Schumacher llegó a Ferrari para hacerlo resurgir de sus cenizas. 'El Káiser' volvió a proclamarse campeón del mundo, y con ello, colocar a la escudería italiana en lo más alto de la clasificación de constructores. Schumacher construyó un legado que permancerá en la historia para siempre.